Los conductores deben superar una serie de pruebas y aptitudes para renovar u obtener su carné. Los centros de reconocimiento han modificado el ‘examen’
Los conductores tenemos una serie de obligaciones para poder ponernos al volante. Una de ellas es la obtención o renovación del carné de conducir. Cabe recordar que el propio carné tiene una vigencia de 10 años hasta que cumplimos 65 años. Después, la caducidad se reduce a los dos años y hay que volver a tramitarlo bianualmente.
Para la obtención o la renovación del carné de conducir debemos pasar un reconocimiento previo consistente en una serie de pruebas psicofísicas que determinan si la persona es apta para conducir. En este examen, se realizan pruebas de aptitud visual, capacidad auditiva y reflejos y se pregunta sobre enfermedades físicas o psicológicas.
Fuente: as.com